Su nombre científico es Thaumetopoea Pytyocampa, se trata de un insecto lepidóptero, de la familia de las polillas, comúnmente conocida como “procesionaria del pino” se desplazan en fila una tras otra creando una procesión, de ahí su nombre.
Es una oruga muy alergénica para humanos y animales domésticos, especialmente para los perros a causa de sus pelos urticantes (tricomas) y las sustancias tóxicas que desprenden que causan desde reacciones cutáneas leves hasta shock anafiláctico grave.
En el caso de los perros, hay que tener especial cuidado, ya que suelen tocarlas con el hocico y la lengua, y puede afectarles de manera más grave.
En España son frecuentes entre los meses de febrero y abril, cuando el clima empieza a mejorar, aunque puede variar cada año, en esa época descienden de los árboles, donde anidan, y comienzan su particular procesión.
Se desplazan en fila india, encabezadas por una hembra y llegando a formar una cadena de orugas que puede alcanzar la longitud de varios metros
Cuando las orugas se defienden de nuestros perros, lo hacen lanzando sus pelitos como dardos envenenados y suelen afectar a la boca, la lengua, la nariz o los ojos.
En algunos casos aparecen reacciones cutáneas o en ojos, pero pueden llegar a aparecer casos más graves, provocando la inflamación de la laringe e incluso la muerte por asfixia.
Es muy sencillo notar que tu perro ha entrado en contacto con los pelos de la oruga porque se tocará repetidamente el hocico con las patas y salivará abundantemente.
En este caso es importante actuar con rapidez:
Lo primero que debemos hacer es retirar el máximo de pelos posible del hocico o la lengua de nuestro perro, pero evitando frotar y utilizar unas pinzas o guantes para no generar una urticaria en tus manos.
Después, se recomienda lavar la zona afectada con abundante agua limpia templada o suero fisiológico, sin frotar para no extender los pelos urticantes a otras zonas.
Por último, se recomienda llevar a nuestro perro al veterinario inmediatamente.
El veterinario, como siempre cuidará adecuadamente a nuestro amigo peludo y en algunos casos tendrá que aplicar corticoide de acción rápida, que permite que baje la inflamación.
Como siempre, la prevención es el mejor aliado para evitar sustos con la procesionaria del pino.